paseos por el bosque

meditaciones sobre lo humano y divino

imposible

Published by felipe under on 10:36
Para reflexionar

pensamientos e imagenes

Published by felipe under on 13:35


Si estás vivo, respiras,
si respiras, hablas,
si hablas, preguntas,
si preguntas, piensas,
si piensas, buscas,
si buscas, experimentas,
si experimentas, aprendes,
si aprendes, creces,
si creces, deseas,
si deseas, encuentras,
si encuentras, dudas,
si dudas, haces preguntas,
si preguntas, entiendes,
si entiendes, sabes,
si sabes, quieres saber más.

Y si quieres saber más, es que estás vivo ...

Visto en vagabundia, un lugar digno de visitarse con frecuencia.

Contar historias con imagenes y sonido

Published by felipe under on 13:06
Una de las mejores formas de dar vida a las actividades que llevamos a cabo en los centros educativos es creando y publicando en Internet una presentación con fotografías, texto y música. Para conseguirlo de modo muy sencillo e intuitivo os recomiendo por sus buenos resultados PhotoPeach.



La reciente e interesante novedad de este servicio desde el punto de vista educativo es la posibilidad de crear cuestionarios de indudable valor didáctico.

Para entrar en la herramienta haced clic: PhotoPeach

Aquí os dejo un tutorial para que observéis lo fácil que es usarlo.


PhotoPeach Crear Slide Show en tu Navegador

tutorialvirtual | MySpace Video


Más información en Educar con Tic y en este otro blog Contomundi podéis ver diversos ejemplos muy interesantes.

Saber escuchar y saber pensar

Published by felipe under , on 11:27
Alguien dijo que 'para aprender a pensar hay que aprender a escuchar', y no sólo tiene razón sino que además es cierto.

Saber escuchar es un arte y muy pocos lo consiguen. Tal vez porque escuchar no está en función de tener los oídos limpios y todo el mecanismo auditivo en buenas condiciones, sino que depende de tener la mente enfocada en quien habla y abierta para comprender lo que dice, incluso, a veces, más bien lo que intenta decir.
Escuchar es, por tanto, una actitud mental, una función más de la mente. Pero ocurre que el ser humano está obsesionado con hablar, con decir, con expresar sus opiniones sobre todas las cosas, aunque generalmente no entienda nada de ninguna.
Invierte tanta energía en hablar que no le queda tiempo ni fuerzas para escuchar. Además, para saber escuchar hay que tener intención de hacerlo, hay que tener interés en hacerlo, hay que tener motivación y vocación de escuchante, como se dice ahora. Y eso por si mismo ya indica un interés por saber más, por conocer más, aunque sólo sea como piensan los demás o qué están diciendo en el telediario, que está puesto a todo volumen y nadie le hace caso.

Por tanto, si las palabras son sonido y el sonido es recogido por el cerebro e interpretado por la mente, la actitud de escuchar tiene relación directa con el nivel mental de la persona en cuestión. Con su necesidad de aprender.
Muchas veces hemos oído eso de “por sus actos les conoceréis”. Pues bien, antes debería ir “por su actitud al escuchar sabrás con quien estás hablando y si merece la pena”. Porque quien no sabe escuchar tampoco sabe pensar, ya que su mente no está traduciendo e interpretando correctamente los sonidos que le llegan, sino que está enredada en los más diversos y variados pensamientos mientras simula, a través de la expresión de su cara, que está absorta en lo que escucha. Pura hipocresía.

En realidad, la mente humana posee en alguna parte, justo por donde entran los sonidos procedentes del exterior, un poderoso tamiz que sólo deja pasar lo que interesa a cada uno, sobre todo lo que “conviene” a cada uno y que no cause conflicto con lo que cada uno tiene estipulado como bueno y positivo para sí mismo.
Con todo ello lo que ocurre es que somos, como consecuencia, millones de criaturas viviendo cada una en su particular burbuja, que sólo dejan pasar aquello que a cada uno le conviene según sus criterios, gustos, temores, manías, aficiones, ideologías, etc. etc. Eso hace que vivamos aislados del exterior, al margen de la realidad que nos rodea y que está en constante movimiento y transformación.

El problema está en que esa realidad es común a todos, nos afecta a todos, todos estamos involucrados en ella, pero si conectásemos todas las burbujas entre sí, tendríamos una visión mucho más clara y realista del mundo que nos rodea, en el que vivimos, o más bien, sobrevivimos como podemos y sabemos.

Tal vez algún día la ciencia oficial, que siempre va un trecho por detrás de la mal llamada ciencia-ficción, descubra que todos y cada uno de los seres humanos somos átomos de una supermente y que en la medida en que nos conectemos entre nosotros dispondremos también de más capacidad mental, del uso de más espacio mental, con todo lo que existe en él.
Claro que eso implica unidad, que es lo que menos se practica por esta parte del cosmos, pero si todo el mundo entiende eso de “la unión hace la fuerza”, aunque no siempre se practique, también se podrá entender que la unión mental nos dará acceso a más capacidad mental, a más poder mental.
Sólo que para conseguir mayor unidad mental hay que romper la propia burbuja mental de cada uno, hay que abrirse a otras “verdades”, a otras realidades, a otras formas de pensar, lo que exige que aprendamos a escuchar a los demás y analizar mentalmente, sin esquemas, sus opiniones, sus puntos de vista, o sea, que aprendamos a pensar en lo que oímos y vemos, con limpieza, con la mejor actitud, porque todos, absolutamente todos, somos unos simples discípulos, o principiantes de la supermente que nos diseñó a nosotros y a todo lo que nos rodea.

Cualquier otra actitud no sólo es errónea sino que además es estúpida. Y eso la historia de la humanidad ya lo ha demostrado infinidad de veces.
En conclusión, para no seguir siendo un idiota más del montón, empecemos admitiendo que más allá de nuestra burbuja mental también hay vida, y que esa vida puede ser hasta interesante y atractiva. Luego abramos nuestra burbuja y dejemos que los aires del exterior la ventilen y se lleven los malos olores acumulados.
A continuación conectemos con las demás burbujas y aprendamos a escuchar, con la mente, dejando que la renovación nos compenetre, dando posibilidades a que no seamos tan listos como pensábamos.

Una vez que hayamos aprendido a escuchar, nos entregamos a la noble y ardua tarea de aprender a pensar. Si lo hacemos bien descubriremos todo un universo que nos rodea, todo un mundo mental al que habíamos cerrado el acceso y que nos aporta infinitas posibilidades para evolucionar y comprender más y mejor el diseño de la creación y lo que pintamos en ella.

Y si usted está pensando que le da miedo abrir su burbuja mental de par en par y dejar que se ventile, no se preocupe, no tiene nada que perder, porque en realidad ya lo perdió todo cuando se encerró en ella.
Si quiere saber más del Cuerpo en el que existe como átomo, si quiere encontrar el sentido a su existencia, sólo tiene que conectarse mentalmente con los demás átomos. Entonces verá que todos están en la misma situación, con el mismo “problema” existencial, y malgastando eso que llamamos tiempo, en vanas y absurdas discusiones sobre quién tiene la posesión de la verdad.

Y a lo mejor descubre que la verdad es el Cuerpo y que la Unidad es el camino, el método, la solución.

Suerte si decide intentarlo.



Este artículo es el editorial de la Revista fusión del 10-11-2009. Yo estoy de acuerdo con él y por eso os lo traigo hoy.

palabras, palabras, más palabras

Published by felipe under on 22:53

Si en nuestra conversaciones con los demás utilizamos expresiones como: austeridad, belleza, ciudadanía, cultura, deporte, disciplina, esfuerzo, esperanza, familia, generosidad, libertad, paz, religiosidad, responsabilidad, solidaridad, tolerancia, vida, voluntad, valores; tenemos claro que hablamos de educación.

Un tema que preocupa, nos situamos ante él y nos cuesta trabajo encontrar senderos que nos faciliten el encuentro para mejorar caminos que todos somos conscientes hemos de lograr.

Hay que estar alerta para enseñar a nuestros hijos a los jóvenes de este país, a mirar al otro, mirar a los demás que es una magnífica forma de educar, cada uno a su nivel.

Tenemos que pasarle el mundo a los demás, enriquecido con lo que hemos sido capaces de aportar al mismo tiempo que les preparamos para que ellos aporten.

¿Seremos capaces?

la elegancia del erizo

Published by felipe under on 18:02



Hay libros que sorprenden mientras vas avanzando en su lectura. Este es uno de ellos. Parece una novela más. Tardas un poco en animarte a seguir leyendo. Sin embargo poco a poco las reflexiones de sus dos protagonistas te van animando a desear saber más. Incluso hay momentos que deseas terminarlo para empezar a leerlo de nuevo.

La novela gira alrededor de Paloma y Renée.

Paloma, una niña superdotada hija de un ex ministro y diputado socialista, nos regala sus reflexiones íntimas, cubiertas de una dosis de humor considerable y de una precocidad sorprendente, para una niña de apenas 12 años de edad.

Renée , la portera del edificio donde viven, que está situado en una zona muy elegante de Paris, una mujer de apariencia vulgar, de aspecto no muy agradable y genio bastante vivo y poco simpático. Nada invita a sospechar su poderosa vida interior.

Nada es como parece. Ambas llevan una vida solitaria, mientras se esfuerzan por sobrevivir y vencer la desesperanza. La llegada de un hombre misterioso, el japonés Kakuro Ozu, al edificio propiciará el encuentro de estas dos almas gemelas.

Todo lo negativo y doloroso, todo su aburrimiento existencial e incomodidad con los demás, ha encontrado su envés en la literatura. En ese rincón tenemos a una lectora que devora libros. En ellos va encontrando sentido y pasión por la vida. Por su propia vida. Ella es la que da título a la novela. Ella es “la elegancia del erizo”. Los pinchos -esa antipatía o “indolencia”- son su defensa, aquello que preserva su alma de la superficial perspectiva que la rodea, y de la que es cada vez más consciente

Desde ese momento los tres personajes comparten sus confidencias. Sobre la vida y sus lágrimas, sobre la literatura y la belleza, sobre tantas y tantas cosas. Son amigos. Todo esto lo aprovecha muy bien la autora para ir desgranando un personal ajuste de cuentas, de crítica a una sociedad tan injusta como deslenguada y materialista; sus ideas estéticas y gustos literarios, etc. Las páginas finales de la novela son una delicia.

Una novela llena de ideas maravillosas sobre la vida, y por qué merece la pena vivirla... Pero con su puntito de tristeza, y de desprecio por la gente vana y egoísta. Aquí son los ricos de la calle Grenelle, pero personas así hay de todas las clases sociales. No solo la inteligencia es transversal a todas las clases sociales, como nos dice Muriel Barbery, también la estupidez puede serlo.

Y una curiosidad… La niña se llama Paloma y su odiada hermana Colombe en francés significa paloma… ¿Un guiño? ¿Un mensaje oculto del tipo: al final somos todos iguales por muy distintos que parezcamos? No sé. Quizás.
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No es mentira, es una verdad futura

Published by felipe under on 13:18


En diferentes ocasiones me he mostrado en contra de la charlatanería y de la manipulación de la verdad. Ver en mi biblioteca privada las referencias a dos magníficos ensayos de Harry G. Frankfurt titulados: On Bullshit – sobre la manipulación de la verdad- y Sobre la verdad, publicados por la Editorial Paidós en su colección Contextos, hace un par de años.

Algo habitual en la prensa, radio o televisión; en multitud de programas o de presentadores o colaboradores donde la verdad brilla por su ausencia. No importa, se mezclan opiniones con rumores, somos expertos de todo, sabemos de cualquier cosa y presumimos de conocer las conversaciones privadas de los demás. Ahí es nada.
No nos puede extrañar que el engaño haya descendido hasta el yo. Es fácil manipular la verdad sobre nuestras capacidades, saberes y habilidades.

Los psicólogos han estudiado el engaño desde todos los puntos de vista y opinan que en general este supone una tensión psicológica para quien lo practica, que incluso puede llevar al estrés. Richard H. Gramzow, psicólogo de la universidad inglesa de Southampton opina, sin embargo, que las exageraciones reflejan objetivos positivos para el futuro y que estos futuros tienden a realizarse. Son ejercicios de proyección del yo hacia las metas de uno. Por eso se dan con tanta facilidad y en algunas personas pueden volverse indistinguibles de la verdad.

¿Es importante distinguir entre verdad y falso? ¿Todo vale? O peor aún, ¿ no será que nuestra despreocupada y superficial relación con los hechos y la verdad de las cosas nos está entontenciendo?

Pienso que ha llegado el momento de preguntarse para qué sirve la verdad.

 

pasearon por el bosque



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